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¡Ah, compadre! Si hablamos en chileno, la cosa es distinta, porque acá no nos andamos con chicas. Mira, si te agarró la mala racha, no queda otra que ponerle el pecho a las balas, porque en este país el que no corre, vuela. Quise estirar el chicle pero andaba como un volantín de cuero. La vida me tenía más apretado que calzón de mimbre, igual le metes ñeque, porque a mal tiempo, buena cara, y se hace lo que se puede con lo que hay. Total, el que quiere celeste, que le cueste, y si te caís, te sacudís la tierrita y seguís andando, porque más perdido que el Teniente Bello no hay nadie, pero siempre hay un camino. Así que, no hay mal que por bien no venga, y al final, tirar pa' arriba. ¿Cachai cómo es la cosa?
CHILE
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